Hay
muchos productos de limpieza encima de la mesa. Jabones de olores exóticos.
Detergente para lavar los platos. Ceras. Shampoo para perros. Desinfectantes.
Los empiezo a vaciar dentro de la bañera. El agua va adquiriendo diferentes
colores: rojo, naranja, amarillo, marrón. El olor empieza a invadir toda la
casa y mis pulmones. Me lloran los ojos. Me arden. Pero sigo volcando todos los
frascos. Ahora la bañera queda de un color negruzco, espeso. Primero pongo el
pie derecho y veo como la piel empieza a desintegrarse. Luego el pie izquierdo.
Si me quedo un rato sumergida voy a desaparecer.
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