3 feb 2012

historia de un vicio

Hace tiempo no me pasaba y estoy feliz de que me pase. Es una sensación tan placentera que supera cualquier droga y lo mejor es que es legal, nadie sabe que te estás drogando mientras lo hacés en cualquier lado y el efecto te puede durar toda la vida.
Lo ideal es encontrar una sustancia que sea adecuada a cada espíritu y, de ahí, no parar.
Yo hace tiempo andaba perdida en drogas que me colmaban pero no me viciaban: poesía, Murakami, narrativa uruguaya. Conseguía éxtasis momentáneos, orgasmos visuales y mentales memorables, pero no salía corriendo a la boca más cercana a conseguir otra dosis. Hasta que algo cambió. Una noche, en la casa de Sebastián Pedrozo y Victoria Estol, junto a Camilo Baráibar, casa que abandonarían la mañana siguiente, mientras tomábamos un té místico a ella se le ocurre la revelación: ¿leíste a tales? No, le dije yo con ingenuidad. Y el nombre, junto con otros, se me borró.
A los pocos días quise recordarlos, aunque sea uno de ellos, pero no pude y le escribí. Le pedí a Victoria que me pasara el nombre de las tres autoras que ella había promocionado, con bastante énfasis, para investigar.
Puse en Google y en MercadoLibre los tres nombres. Fui leyendo títulos y reseñas -realmente estaba necesitando de una buena dosis de una droga muy potente- y me incliné, sin saber muy bien por qué, por una de ellas: Amélie Nothomb. 
Como con los libros pierdo los estribos y, además, Victoria me merece una valoración importante como lectora y escritora, me compré tres libros: Ordeno y mando, Diario de Golondrina y Biografía del hambre.
Para elegir libros suelo leer la primera oración, y lo hice con los tres, que los terminé en menos de dos semanas, y podría haber sido menos, pero como sabía que me quedaría sin la sustancia, prolongué la lectura todo lo que pude, aunque era imparable. 
En el medio, puse otros libros que tenía pendientes para leer. Me fue imposible. Mi cuerpo me pedía Nothomb Nothomb Nothom. 
Así que, para saciar mi hambre, una tarde cualquiera, pasé acompañada de Gabriel Sosa por una librería -previamente ya le había informado de mi nueva adicción y le había recomendado esa droga- y tuve una Epifanía: un libro de Nothomb que no mencionaban en ninguna de las contratapas, un libro raro de mi autora. Estaba dispuesta a pagar cualquier precio por él, aunque me quedara sin plata hasta fin de mes. Lo compré. Lo leí. Me duró solo una noche. Las catilinarias.
El vacío que me producía no tener ningún libro para leer de ella era incontenible. En noches de insomnio leía otras cosas pero nada me calmaba. Nada llenaba ese vacío. Mi mente me decía: buscá otro libro; mi cuerpo me pedía que le suministrara Nothomb para poder pensar, comer, vivir, respirar.
Y así, en ese estado total de abstinencia fue a una librería grande, busqué todos los que había de ella, los fui apilando en mis manos, oliéndolos, leyendo la primera oración de cada libro, poniéndolos en un orden arbitrario de lectura, llegué a mi casa, los puse uno a uno, como en un ritual, sobre la mesa de luz. Ayer empecé Antichrista, hoy, a las una de la tarde lo terminé. 

8 comentarios:

  1. Seguramente pensarás que es un sacrilegio, pero no he leído nada de Amélie... Recomendás alguno en especial para comenzar??
    Me pasan cosas parecidas cuando leo a Bolaño...

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    1. no no! lo bueno de esto es compartir!
      yo te recomiendo empezar con cualquiera, pero para que te genere un buen impacto "Diario de golondrina" u "Ordeno y mando". Son de las últimas de ella y las historias son muy peculiares además de muy bien narradas.

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  2. Opa...tomo nota! Creo que mi único vicio real, son los libros, así que dentro de poquito te estaré comentando qué me parecen... Grazie!

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  3. Si, lo que tiene Nothomb es que sus textos son muy adictivos. Para responder a la pregunta que me hiciste en el blog, de ella leí:

    Stupeur et tremblements
    Ni d'Eve ni d'Adam (una especie de "otra cara" de la novela anterior)
    Hygiène de l'assassin
    Cosmétique de l'ennemi

    No los leí pero me los contó con detalle mi compañera: "Le fait du prince" y "Biographie de la faim". Ambos fracasamos con "Métaphysique des tubes", andá a saber por qué.

    Aquí Nothomb es mirada con desconfianza y un vago desdén. Se la considera como una escritora ligera. Por lo demás, es muy excéntrica (basta ver sus sombreros) y mantiene (o mantuvo, no sé si sigue) un fuerte contacto epistolar con sus lectores.

    Saludos.

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    1. gracias por contestar.
      después de leer este post me imagino que sabrás por qué te hice la pregunta... ;) lo que me sorprendió fue encontrar en algún post anterior que te referías con entusiasmo a ella, me quedé desconcertada.
      Acá pude conseguir casi todos los libros menos "Metafísica de los tubos" y algún otro. No sé cómo será leerla en su idioma original, supongo que mejor que las terribles traducciones gallegas de Anagrama.
      Y no sé cómo será la valoración en Francia, acá es una autora "rara", no se la conoce mucho.
      No sé si hablará bien de mi como lectora o no, pero además de adictiva -es lo que intenté poner en la entrada del blog- me parece muy buena. No sé cuál es el concepto de "ligero", pero un libro como "Journal d'Hirondelle" me parece que detrás de la anécdota hay concepciones sobre la literatura de la que ya hablaban los brasileros Andrade.
      Pero creo que otra cosa que me gustó de ella fue su excentricidad y ojalá me pudiera comunicar con ella, solo que no sé cómo hacerlo!

      Muchas gracias por contestar, y me gustaron algunas reseñas que leí, principalmente una de Jacques Prévert. Yo pude conseguir algún libro perdido de él, pero me parece un poeta excepcional.

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  4. El entusiasmo es válido y sigue vigente. Aquí hay una especie de circo muy snob que dictamina que Nothomb es ligera, que Beigbeder es trivial y que Houellebecq es un perfecto cretino. Pero la "intelectualidad" francesa tiende a racionalizar hasta los gestos más efímeros, siempre y cuando rindan para poblar un plató de televisión.

    Mi más sentido pésame con respecto a las traducciones gallegas... He anotado algo en el blog sobre eso: son dignas de abominación. Creo también que muestran que hay poco público allá, que no amerita una traducción a un español rioplatense (no sé si estás en Uruguay o Argentina). Al leerla en francés se nota una prosa rápida, que llega, que va al grano -por decirlo feamente-, y creo que por eso es tan adictiva. Para mí es una gran contadora de historias. En mi opinión es muy buena en lo que hace, pero si quiero algo con más densidad, por ejemplo, por ahí voy y leo a Mathias Malzieu ("Maintenant qu'il fait tout le temps nuit sur toi" es una novela hermosa) o a Marie Darrieussecq. Tampoco soy prejuicioso en cuanto a la lectura. Es como si uno creyera que ser gourmet es comer foie gras todos los días.

    No tengo ni idea de cómo comunicarse con Nothomb... Tal vez tenga un blog y dé su dirección postal. No creo que se oculte porque le gusta intercambiar con sus lectores.

    En cuanto a Prévert, comparto, es excepcional. Cuando lo leí por primera vez recuerdo que me golpeó, diría que hasta físicamente. Lo releí sólo para comprobar que era cierto... Es muy bueno. Curiosidad: ¿tuviste la oportunidad de leer algo de Julio Inverso?

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  5. Hola, cómo estás?? Siguiendo tu consejo, tengo entre mis manos "Ordeno y mando", de Nothomb... Quería "Diario de golondrina" pero no había... :/ Luego te comento...beso!

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    1. igual es una de las mejores!!! al menos de las que voy leyendo, aunque en realidad no puedo decir cuál es la que más me gusta.

      espero tu comentario!

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