30 ene 2013

Sueño I



Tomo un café negro y le doy de comer al gato. Me baño. Necesito borrar las imágenes de la noche anterior. Pienso tanto en ellas que no me doy cuenta y me meto a la ducha con la bombacha puesta. Aprovecho para lavarla. Hace días que no hago nada con mi casa o conmigo.pienso en los sueños que me vienen apareciendo. Empiezan a mezclarse con la realidad. Por eso no salgo de mi casa, no contesto el teléfono, bloqueo los mensajes. Todos están en mis sueños. Convivimos de manera graciosa y violenta. Nos entreveramos. Y al despertar no sé qué día es. Ni siquiera sé si es de día porque preferí cerrar las ventanas. El gato no aparece en mis sueños. Sé que está ahí durmiendo o esperando su comida. No hace ruidos. No me despierta. Solo hay una luz que aun se mantiene prendida. Esta vez no la voy a apagar.











20 ene 2013

Desdoblamiento



Tengo un problema o una virtud: imaginar mucho. Tomar de la realidad fragmentos insignificantes, personas, acciones mínimas y, a partir de eso, construir en mi mente la historia de cómo hubiera sido. Por lo general, aunque me las imagine, no tienen siempre un final feliz, pero sí son mucho más interesantes.
Una vez se lo dije a mí psicóloga y me dijo que no me preocupara, que eso era común a mi edad (ya han pasado 12 años de eso). Otra vez, otra psicóloga que tuve, me mostró imágenes fotocopiadas que apenas se intuían, muy de los 70, que se ve que era el material que les estaban dando en la Facultad ahí por el 2001 y me pidió que inventara historias tristes. Yo me sentí en la gloria de la felicidad, salvo por su veredicto final: "estás deprimida, hay muchas cosas tristes en tu interior guardadas". 
Su opinión fue menos un diagnóstico psicológico que una crítica literaria. 
De todos modos, lo interesante de esto es que, al despertarme todos los días y pensar en el día anterior, no recuerdo bien qué fue lo que me pasó o qué me inventé que pasó o qué me hubiera gustado que pasar, que es peor.
Estoy también se vuelve frustrante: a veces tengo imágenes en mi mente que no sé si vienen de una película que vi o de un libro que leí o de un sueño que tuve de alguna de esas dos cosas.
Incluso muchas veces no sé si soy yo o un personaje que me inventé.